El jardín de verano - Paullina Simons

19 abr 2014

Paullina Simons nació en San Petersburgo en 1963. A los diez años emigró con su familia a Queen, en Estados Unidos, estudiando en la Universidad Estatal de Nueva York. Casada con un inglés, marchó al Reino Unido, estudiando en la Universidad de Essex, en Colchester. Regresó a Estados Unidos y se licenció en Ciencias Políticas en la Universidad de Kansas, ya desde pequeña quiso dedicarse a la literatura. Después de trabajar como periodista y traductora, en 1995 publicó su primera novela, Tully.

Paullina y su segundo esposo, Kevin Ryan, viven en Long Island, Nueva York y tienen cuatro hijos. Aunque su libro más conocido es El jinete de bronce, muchas de las novelas de Paullina han llegado a las listas internacionales de los más vendidos en países como Australia y Nueva Zelanda, donde tiene el mayor éxito entre sus fans.

Título original: The summer garden
Saga: Tercer libro de la trilogía El jinete de bronce
Categoría: Novela romántica historica
Editorial: El Andén
Páginas: 959
Este libro contiene la descripción de alguna escena de sexo, por lo que, estáis avisados.

Argumento:


Milagrosamente reunidos en América junto a su hijo Anthony, Tatiana y Alexander afrontan su nueva vida en la que promete ser una tierra de libertad y oportunidades.

Sin embargo, el peso de la guerra y de los años de separación, y la presión de un entorno a menudo hostil con los recién llegados, pondrán a prueba un amor que hasta ahora ha demostrado ser inquebrantable.




Opinión personal:
Antes de empezar a leer el libro, ya puse en la reseña de Tatiana y Alexander que no tenía muchas ganas de leerlo, pero al ser una trilogía, no quería dejarla a medias (aunque para mí tiene un final muy claro y bonito en el segundo) y me he obligado a leerla. Y realmente, no solo porque es un libro largo, me ha costado bastante de leer hasta el punto que he tardado más de un mes en hacerlo. Tengo que decir que a mitad del libro me llegaron dos novedades que, obviamente, pasaron por delante de este libro y por eso se alargó más la cosa. Se me ha hecho muy largo y con trozos que, para mí, eran muy innecesarios. Aviso que haré referencia a cosas que solo se saben si se han leído los dos libros anteriores y sobre este mismo, lo indicaré como spoiler.
- No-contestó al fin-. Mi mujer y yo tenemos justo el problema contrario. Ella ha llevado armas y disparad contra hombres dispuestos a matarla. Ha estado en hospitales, en campos de batalla, en el frente... Ha estado en cmpos de refugiados y en campos de concentración. Ha estado a punto de morir de inanición en una ciudad helada y sitiada. Ha perdido a todos sus seres queridos. -Alexander se tomó medio vaso de malta amarga y aun así no pudo evitar lanzar un gemido-. Ella lo sabe, lo ve y lo entiende todo. Puede que ahora menos, pero eso es culpa mía. Yo no he sido muy... -Se le quebró la voz-. Muy nada. Nuestro problema no es que no nos entendamos el uno al otro, sino que nos entendemos demasiado. No podemos mirarnos, no podemos dirigirnos una sola palabra inocente, no podemos tocarnos sin tocar la cruz que llevamos sobre nuestras espaldas. Sencillamente, nunca tenemos paz.
Ya en varias reseñas y comentarios de amigas que lo han leído, me habían advertido del cambio que se ve en Alexander. Si ya en los primeros libros el chico era bastante machista, en este se lleva la palma. ¿Se puede cambiar tanto a un personaje? He pasado a estar total y completamente enamorada de la historia de Tatiana y Alexander a querer darle de tortas hasta quedarme a gusto. La forma en que se comporta, en que trata a Tatiana, ese desprecio con el que le habla a veces, por no hablar de los celos incomprensibles por cualquier persona que respire a menos de un metro de ella. Entiendo que el chico tenga sus cicatrices por todo lo que ha pasado, que tenga su pasado y que esté dolorido pero eso no le da vía libre para comportarse como un absoluto capullo. Aunque sin duda alguna, el momento en que más me indigné del libro es más o menos por la mitad o así. No entiendo a que viene el gran cabreo de Alexander porque Tatiana trabaje una noche a la semana. ¿Qué él no tiene nada que hacer? Pues que se quede en casa cuidando de Anthony, viendo una película y descansando. SPOILER ¡Pues no! Va el muy cabrón y se va cada noche que Tatiana trabaja a un bar para beber con sus amigos y ligotear con chicas. Ya eso me indignó pero no me pude creer cuando Alexander realmente se lía con ella, le mete mano y CASI hasta se la tira. Y encima él se justifica con que no lo ha hecho, con que al final ha vuelto con su esposa... NO tiene justificación alguna lo que hizo FIN SPOILER
-Dime la verdad -le pidió Alexander-. ¿No crees a veces que así es más difícil... esto y otras cosas como los test de las revistas... es más difícil... para los dos? Las preguntas de esa revista sólo demuestran lo absurdo que es fingir que somos dos personas normales. ¿No crees a veces que sería más fácil con tu Edward Ludlow en Nueva York? ¿O con una Thelma? Sin pasado. Sin recuerdos. Nada que superar, nada de lo que recuperarse.
Y Alexander no tiene suficiente con ser un machista y todo lo que le hace a Tatiana que encima la obliga a tener que quedarse en casa, porque su deber es cuidar de su marido y su hijo y que no se queda embarazada (en el epílogo de Tatiana y Alexander ya dice que tardan 15 años en volver a poder tener una criatura) por culpa de que está trabajando y que eso es cosa de ella porque él ya hace lo suyo y más para que se quede en estado.

Referente a los trozos que dije que me sobraban de este tercer libro (a parte de todo él en general) es la parte en que se recuerda el pasado de Tatiana, con sus 14 años en Luga, donde junto a Marina y Pasha conocen a Saika. Quizás al final del libro le ves un poco de sentido, pero son páginas y páginas que para mí son de relleno en esta historia, páginas que me sobraban. Cada vez que veía que se volvían a trasladar años atrás, me daban ganas de abandonar el libro. Y es que cada vez que va atrás no es para un pequeño capítulo, es para mínimo unas 150 páginas, para que al final termine en una historia de 15 páginas que son las "importantes".
-Todo es culpa tuya, mamá. Es porque todo lo que él hace te parece bien... ¡absolutamente todo! Él te grita, y a ti te parece bien. No dice una sola palabra cuando la gente te ataca... ¡y eso también te parece bien!
En este libro, Paullina vuelve a demostrar su gran capacidad para crear personajes secundarios odiosos. Empezando por el propio Alexander en muchos momentos de este libro, pero sumándose todos los que van apareciendo en su vida... Y es que de todos los que aparecen son muy pocos los que se terminan salvando. ¿Cómo pueden rodearse de gente tan insoportable? Creo que es algo que nunca comprenderé. Es que al final hasta Vikki termina cayéndome mal.

Otra cosa que no termino de entender es cómo después de todo lo que la guerra les hizo a Tatiana y Alexander, después de que Anthony sepa lo mal que lo pasaron sus padres por culpa de la guerra, todas las penúrias, las condenas, el tiempo separados, después de TODO, termine tomando la decisión que toma. SPOILER ¿Cómo se le ocurre alistarse para ir a la guerra? ¿Cómo le entra en la cabeza meterse en la guerra del Vietnam? Y encima enamorarse de una puta que lo secuestra. Y ya volvemos a estar. Alexander de nuevo a la guerra, por tener la esperanza de encontrar a su hijo, por una palabra dicha a Vikki, por su cabezonería meterse de nuevo en terreno enemigo, tan cerca de los rusos que seguro siguen buscándole, meterse de nuevo en campo de batalla... y ¡menuda batalla! Pero como no, Alexander sale indemne de ella (alguna que otra herida solamente) FIN SPOILER
Alexander piensa en veleros en mares lejanos, en el desierto de su remota infancia, en el fantasma de la fortuna, en la muchacha del banco. Cuando la vio, vio algo nuevo; lo vio porque quería verlo, porque quería cambiar su vida. Se apartó del bordillo de la acera y se alejó del precipicio.
<<Cruza la calle, síguela, y ella dará sentid a tu vida, ella te salvará. Sí, sí, cruza.>>
Una duda que yo tengo es si la autora solo pensaba hacer dos libros, ¿cómo ha conseguido hacer un tercero y encima que sea el más largo de todos? Y, a mi opinión, estropear una preciosa, increíble y bonita historia de amor, porque El jinete de bronce para mí era eso, era una historia de amor que cruza fronteras, que va más allá de todo lo que podamos ver, creer y sentir. Creo que lo único que realmente salvaría del libro es la parte del epílogo final donde toda la familia se reune, los cuatro hijos de Tatiana y Alexander con todos sus nietos y te presentan uno por uno todos ellos, sabiendo como ha seguido la historia para cada niño y como años después, Tatiana y Alexander siguen amándose en su hermosa casa, siguen nadando a diario y siguen, pese a sus ochenta años, manteniéndose igual de "jóvenes" que a sus treinta. Así que para mí, esta trilogía termina en el segundo libro y después del epílogo de éste, le añadiré un "epílogo 2" con las últimas páginas de este libro para cerrar del todo la historia. 

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