Sígueme la corriente - Megan Maxwell

8 mar 2015

Megan Maxwell es el seudónimo bajo el que escribe Carmen, una romántica empedernida. Nació una fría tarde de febrero en Nüremberg (Alemania). Es hija de una española y americano. Antes de cumplir su primer año de edad, su madre, una toledana muy guapa, hizo las maletas y juntas regresaron a España. Concretamente a Madrid, donde su familia las recibió con los brazos abiertos. En su niñez siempre le gustó leer libros sobre mujeres decididas, valientes y con carácter. Nunca le gustaron las féminas modositas.

Como Megan siempre dice: "Para mí escribir es soñar". Por ello escribe, sueña, inventa y crea historias sobre mujeres de rompe y rasga. Mujeres dispuestas a dejar su pequeña huella en el mundo y demostrar que eso de que somos el sexo débil, está obsoleto y anticuado.

Durante años trabajó como secretaria en una asesoría jurídica. Allí escuchó los problemas de muchas personas, hasta que un día decidió hacer algo con su propia vida. El destino le dio una oportunidad y se lanzó a la piscina dispuesta a conseguir su sueño: publicar sus novelas.

Megan Maxwell vive en un encantador pueblo de Madrid, en compañía de su marido, sus dos hijos, su perro Drako y su gato Romeo.

Título original: Sígueme la corriente
Saga: Spin-off de la bilogía Adivina quién soy
Categoría: Novela romántica chick-lit
Editorial: Escencia
Páginas: 477
Oficial site: Web
Este libro contiene la descripción de alguna escena de sexo, por lo que, estáis avisados.

Argumento:
Tony Ferrasa es un guapo, adinerado y exitoso compositor de música puertorriqueño. No hay mujer que se le resista y que olvide con facilidad su mirada verde y leonina. Ruth es una joven que con apenas veinte años tuvo que hacerse cargo de su hermana recién nacida y de un hermano delincuente. Cuando parece que por fin consigue encauzar su vida, se queda embarazada y su pareja acaba abandonándola.

Para sacar adelante a su familia acepta cualquier trabajo digno que se le presente, por lo que Tony y Ruth acaban conociéndose en una fiesta en la que ella sirve como camarera. A partir de entonces, como el destino es tan caprichoso, se encuentran en diversas ocasiones, y a pesar del interés que él le demuestra, ella se mantiene fría e indiferente. Poco a poco ambos se van enganchando a una no-relación que acaba por desvelarles que lo que sienten el uno por el otro es mucho más intenso de lo que están dispuestos a admitir. Intentan alejarse, pero cuanto más empeño ponen en ello, menos lo consiguen y más fuerte se hace la atracción. Sígueme la corriente es una divertida y sexy comedia romántica que hará que te enamores incluso del aire que respiran sus protagonistas.

Opinión personal:
Al empezar este libro, tengo que decir que no las tenía todas conmigo. La bilogía de Adivina quién soy y Adivina quién soy esta noche no terminó de gustarme igual que sus juegos sexuales. Creo que una de las principales causas de que no me gustara es que Dylan no me atraía por su descripción. Así que con este tuve el mismo miedo, que no me gustara. 
-A mí no me interesa nadie, excepto una loca con el pelo de colores que tengo delante y a la que cuando pille a solas le voy a dar su merecido.-Hummm... quién fuera esa loca -se mofó divertida.
Pero que equivocada que estaba. En este libro Megan vuelve a conseguir la esencia que tanto la caracterizaba y que tanto me absorbió al empezar a leer sus libros. Sinceramente, las novelas que más me gustan de ella son, sin lugar a dudas, las Chick-lit (aunque los medievales son mi perdición). Y esta sin duda, es Megan al 100%.
-¿Y si... y si lo nuestro sólo es una casualidad tonta de la vida y...?-Eres la casualidad más bonita, preciosa e inquietante que me ha ocurrido nunca.
Desde el primer momento que Tony apareció en Adivina quien soy, pensé que era gay, y la verdad es que me hubiese encantado que lo fuera por la imagen que tenía en mi cabeza de él. Pero en este libro la imagen ha cambiado mucho. Quizás desde el momento en que supe que se había inspirado en Rubén Cortada para el papel de Tony, quizás por esa descripción de un morenazo con esos ojazos impactantes. No sé el por qué, pero desde que apareció Tony ya me tuvo ganada. 
-¿Estás celosa?Estuvo tentada de mentir, pero finalmente respondió, hundiéndose en él:-Cuando he visto cómo te comía con los ojos, ella y el resto de las mujeres, sí. [...]-Pues imagina cómo me he sentido yo al ver que esos hombres, uno tras otro, se sentaban contigo, te miraban y tú les sonreías. Y cuando también he visto a ese tal Andrew en el loca...¿Acaso crees que yo no me pongo celoso?[...] Sabes que me gustas, ¿verdad? -Ruth asintió con miedo y él añadió-: Pues quiero que sepas que soy un hombre al que no le gusta que nadie toque lo que es suyo, y, no sé por qué, pero ya te considero algo mío. 
La historia que sucede entre Tony y Ruth es sin duda increíble. Ruth es una mujer luchadora, guerrera, amable, cariñosa y defiende lo que es suyo a capa y espada. Además, con esos tres pequeños a su cargo es una gran madre que los cuida y hace mil trabajos para conseguir mantenerlos. Además, tiene a su gran familia: Manuel y David y a Linda y George. Así nos demuestran que realmente la familia no tiene que ser la de sangre, sino que la verdadera familia, esa que sientes como tal, la eliges con el corazón. Es esa gente que te demuestra que está a tu lado en todo momento, para lo bueno y lo malo.
-Hicisteis algo que no todo el mundo hace -afirmó Tony, cortándolo-.Por norma, las personas no nos implicamos en las vidas de los desconocidos, pero vosotros lo hicisteis con Ruth, hasta el punto de que habéis forma una auténtica familia. Mucho más auténtica y genuina que muchas otras que se llaman así, y que, cuando sus miembros se necesitan, miran hacia otro lado. 
La historia que surge entre los dos es preciosa y, además, es imposible no reir con ella. Desde el primer momento, ella se hace la tonta no reconociéndole, cosa que no puede chinchar más a Tony que siempre ha sido tan deseado entre las mujeres. Y de justamente eso empieza el interés de Tony por Ruth, conociéndose poco a poco, enamorándose uno del otro sin poder remediarlo y haciéndote enamorar a ti también de ellos, de la historia, de los niños, de todo el libro en general.
Hubo tres hermosos lugares donde en un pasado siempre me tuviste: en tu mente, en tus brazos y en tu corazón. pero por mi mala cabeza, por no ser el hombre que te merecía, dejé de existir para ti. 
También tengo que decir, que me encanta el final que Megan le ha dado a Tifany. Aunque no soy de las que creen que las personas pueden cambiar y que hay que dar segundas oporunidades, la "maldición de los Ferrasa" como dice Ruth, se vuelve a cumplir. Así que con una enorme sonrisa, Megan ha vuelto a encandilarme con su libro, con todo el romanticismo que desprende, con toda la alegría, con sus ratos de tristeza, con sus personajes que roban el corazón.
-Quiero a Adán, porque cada mañana me da un beso cuando se despierta con una prexiosa sonrisa, porque no pronuncia la erre y porque los domingos comparte conmigo las tostadas con mantequilla, aunque pinte la casa, el coche o el piano y se tire pedos en los momentos menos oportunos, porque le hace gracia hacerlo. -Ruth sonrió-. Adoro a Brian, porque me mira como si yo fuera Superman y le encanta sentarse conmigo a tocar el piano y, aunque me enfade porque se lo meta todo en los calzoncillos y sea un especialista en atrancar las tuberías de la casa, no importa, mi amor, entre los dos les enseñaremos a esos dos pelirrojos y a la rubita futura actriz de telenovelas lo que está bien o mal en la vida...-No dudo que los adores -lo interrumpió ella, acalorada por lo que decía y le hacía sentir cuando la tocaba-, pero te sobrepasan y...-No he terminado -dijo él, acallándola-. También quiero que sepas que adoro, quiero y amo locamente a la mujer que canta con los niños las canciones de los anuncios de televisión, que baila pegada a mi cuerpo en la cocina de madrugada, que ríe a carcajadas cuando le hago cosquillas, que conduce como los mejores pilotos y que tiene la sonrisa más bonita del mundo. Te conocí cuando menos lo esperaba y llegaste a mi cuando más te necesitaba. Eres la casualidad más bonita que ha sucedido en mi vida y me has dado unos hijos a los que quiero como míos, por mucho que me enfade a veces. Y si tú deseas trabajar de instructora, aunque yo me muera de preocupación, ¡lo harás! Y si prefieres no tener más hijos, porque crees que con los que tenemos ya son suficientes, ¡no los tendremos! Pero, cariño, eres el sueño de mi vida, mi amor y la dueña de mi corazón. ¿Cómo quieres que deje que te marches de mi lado?

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