Título original: Antes beso a un hobbit
Categoría: Novela romántica contemporánea
Editorial: Harlequin
Páginas: 320
Argumento:
¿Y si un viaje a las antípodas pusiera tu vida patas arriba?
Descúbrelo en este cruce entre comedia romántica y road movie, tan chispeante como sexy.
Elisa ansía dejar de viajar a través de los libros y hacer realidad el sueño de su vida: visitar Nueva Zelanda. Sin embargo, lo que prometían ser veinte días de ensueño se convertirán en toda una road movie cuando su madre le anule las tarjetas de crédito y su amiga sea repatriada a España. Sin dinero y con tan solo su anillo de pedida como medio de pago, recorrerá el país de la nube blanca a bordo de la caravana de Roberto, un ingeniero aeronáutico con espíritu trotamundos que le hará replantearse no solo su boda, sino toda su existencia.
En esta búsqueda por recuperar su verdadera esencia, deberá elegir entre vivir según las convenciones sociales o ser fiel a sí misma.
¿Logrará Elisa destruir el anillo? ¿O la atraerá a las tinieblas?
Opinión personal:
Hace tiempo que sigo esta autora por redes sociales y tenía curiosidad por leer alguno de sus libros y finalmente he podido estrenarme con este.
Elisa está a punto de casarse con el que considera es el hombre ideal, según los parámetros de su madre. Por eso, Piluca, decide organizarle una despedida cumpliendo su sueño: visitar Nueva Zelanda y todos los escenarios que se usaron para El señor de los Anillos. Pero cuando llegan al destino, Elisa se queda sola y sin dinero hasta que Roberto, compañero de trabajo de Pilu, le ofrece viajar juntos.
Desde el momento en que empezó la historia, conocí a Elisa, a Beltrán (su prometido) y a la madre de Elisa tuve claro que no me estaba gustando nada como actuaba la protagonista. Y es que Elisa cuando está con ellos dos finge ser alguien totalmente distinto a quien es... y la verdad, casarte con alguien que desprecia totalmente tu forma real de ser, tus ideas, tus gustos... no veo yo mucho futuro en eso.
Así que realmente a Elisa la conocemos cuando empieza el viaje por Nueva Zelanda. Aunque es cierto que en algunos aspectos le cuesta desmelenarse, dejarse llevar... Roberto logra que eso ocurra.
Roberto por otro lado me ha gustado mucho. Es un personaje con ganas de vivir, viajar y conocer mundo. Está acostumbrado a estar solo y no quiere una relación con nadie, pero aún así, inicia un viaje de lo más especial con Elisa. Un viaje que les cambia a ambos. Me gusta su idea de la vida, de experimentarla, vivirla al máximo, disfrutar de ella con las diferentes experiencias que la vida nos pone por delante. Aunque él se niegue fervientemente a una de ellas, el amor.
Si es cierto que además de Elisa y Roberto aparecen otros personajes como Piluca que es quien inicia el viaje con Elisa, o Beltrán, su prometido que va haciendo algunas apariciones momentáneas en el libro... pero en general el libro es solamente sobre ellos dos. Beltrán sobretodo aparece en los pensamientos de Elisa.
He de decir que creo que todo lo que le ocurre a Elisa es demasiado. Vale, llega a Nueva Zelanda y se queda sola porque Piluca tiene que volver, pero no solo eso, han bloqueado sus tarjetas de crédito por lo que no tiene dinero y a eso le vamos sumando varios sucesos que van pasando a lo largo del libro que creo que quizás se hacen excesivos. Demasiada mala suerte en una sola persona, ¿no?
A lo largo del libro he ido enamorándome de Nueva Zelanda y tengo claro que si algún día puedo llegar a ir, me encantaría hacer un recorrido similar al que Roberto y Elisa hacen. Porque sí, también soy muy fan del mundo que creó Tolkien y saber que ahí se rodaron las películas y poder ver toda la ambientación, es algo que me gustaría mucho.
A ver, hay un aspecto concreto que me veía venir desde el inicio del libro pero que sinceramente, esperaba que no ocurriera. De verdad lo deseaba con todas mis fuerzas, porque es algo que no puedo aceptar y que hace que puede hacer que un libro que me gusta pase a todo lo contrario. En este caso, es cierto que es algo que me ha decepcionado, me ha dolido y que creo que se podría haber hecho de forma muy distinta. Si, el libro me ha gustado, pero... no es lo mismo.
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