Título original: Siege and storm
Saga: Segunda parte de la saga Grisha
Categoría: Novela young-adult de fantasía
Editorial: Hidra
Páginas: 504
Argumento:
En su intento por huir de Ravka y dejar atrás a los Grisha, Alina y Malyen se embarcan en un viaje a través del Mar Auténtico. Pero por mucho que lo deseen, hay tres cosas de las que Alina jamás podrá escapar: Su pasado. Su poder. Y su destino. Alina pronto va a tener que enfrentarse a una terrible verdad.
LA OSCURIDAD NUNCA MUERE.
Perseguida a través del Mar Auténtico, atormentada por las vidas con las que acabó en la Sombra, Alina trata de sobrevivir junto a Mal en una tierra extraña, a la vez que mantiene en secreto su identidad como Invocadora del Sol. Pero no podrá huir durante mucho tiempo ni de su pasado ni de su destino.
El Oscuro ha emergido de la Sombra con un terrorífico poder nuevo, y con un peligroso plan que pondrá a prueba los mismísimos límites del mundo natural. Con la ayuda de un carismático corsario, Alina volverá al país que trató de abandonar, decidida a luchar contra las fuerzas que amenazan a Ravka. Pero a medida que su poder crece, Alina se pierde cada vez más en el juego de magia prohibida del Oscuro, y se aleja de Mal. Pronto tendrá que elegir entre su país, su poder y el amor que siempre pensó que la guiaría, o arriesgarse a perderlo todo en la tormenta que se avecina.
Opinión personal:
Creo que la gran mayoría conoce a estas alturas a Leigh Bardugo y su universo Grisha. Después de terminar el primer libro de la trilogía empecé este segundo.
En la mayoría de trilogías sucede lo que en este. El segundo libro suele ser más lento, más de relleno. No digo que no sucedan cosas, pero si es cierto que pasan de una forma algo más pausada y, obviamente siempre termina con algo que hace que no puedas parar de leer y de lo que no tendrás respuesta hasta que leas la tercera parte. Como he dicho, en este aspecto este libro no es distinto de otras trilogías.
Eso sí, me ha gustado la aventura que han vivido Mal y Alina intentando huir. Por fin están juntos de nuevo, luchan juntos, sobreviven a todo lo que se les presenta. Pero como todos sabemos, eso no podía ser eterno por más que ellos lo desearan. Pero siguen con un viaje distinto, uno que no saben muy bien por donde les llevará. Uno que nos lleva a conocer muchos nuevos personajes que van a ser importantes durante el libro y supongo que durante el siguiente.
Uno de los personajes que aparece y que marca un cambio en el libro es Sturmhond. El Capitan del barco que les lleva de nuevo hacia Ravka. Con él empiezan de nuevo aventuras surcando los mares, en busca de otro de los objetos de Morozova para Alina.
Algo que tampoco me ha gustado mucho es la relación entre Mal y Alina. Sí, me gusta cuando al inicio están juntos y huyen. Pero a raíz de volver a Ravka su relación cambia. Mal empieza a mostrarse muy posesivo con Alina y parece que no quiera dejarla luchar ni hacer nada de lo que puede hacer debido a sus poderes. Ahí empiezan los tira y afloja entre ambos que se me han hecho un poco pesados. Mal se siente inferior por no ser él quien tiene poder, por no poder protegerla y aunque parece que Alina intenta acercarse a él, eso solamente consigue un nuevo enfrentamiento.
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